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El Gran Premio del Duque

El Duque de Aburquerque, uno de los personajes más emblemáticos del turf español durante tres décadas, logró imponerse en el Gran Premio de Madrid del año 68 como jockey, preparador propietario y criador, lo que supuso un record histórico nunca más igualado. Pese a ser Tebas una yegua nacional y tener derecho a portar 49 kilos, el Duque decidió montarla, por lo que tuvo que hacerlo a un peso superior del establecido: el suyo propio (60 kilos). Sin estar entre los favoritos de la prueba, Tebas se logró imponer en la prueba reina madrileña al favorito de la misma, Donagua que fue tercero, y a Florián, que llegó en segunda posición. El gran jockey italiano Camicci, habitual jinete del mejor caballo transalpino de todos los tiempos, Ribot, doble vencedor del Arco del Triunfo francés entre otras azañas, se subió a lomos de Donagua. El Duque pudo con todos. La gemela pagó uno de los dividendos más altos de la historia del Gran Premio de Madrid.